Mantenimiento del sistema de admisión de combustible, para coordinar el tiempo y cantidad ideal de combustible que necesita el motor para su óptimo funcionamiento.
La función principal es poner a punto todas las piezas de los sistemas que integran al motor, para que trabajen en sinergia y podamos obtener el máximo rendimiento del proceso de combustión, minimizando, en la medida de lo posible, el impacto que causa al medio ambiente.